No quiero que dentro de 40 años venga otro sociólogo, periodista o historiador a recordarnos la complicidad (¿participación necesaria?) de un grupo (pequeño o grande, para el caso no importa) de cristianos (legisladores) que apoyaron la IVE (=el aborto).
Es en relación a la vida que a mi modo de ver el pluralismo tiene un límite en la conciencia y responsabilidad social. El 76' no fue mi época, lo es el 2020. No estoy de acuerdo con el golpe cívico-mediático-estatal que impulsa esta acción 'fáctica' inconstitucional (por incompatible con el "Pacto de San José de Costa Rica" y la "Declaración Universal de los Derechos del Niño" suscriptos en nuestra Carta Magna), y como muchos, a lo sumo tal vez me resigne.
Es doloroso el 1.055.000 de 'desaparecidos NN', que en 10 años de promulgación de una 'ley' semejante a la que hoy se votará en Senadores, lleva España. (La 'solución final' no consiste en legalizar la 'picana' para que deje de ser 'clandestina'). Ojalá podamos tener pronto informes académicos serios sobre la actual salud mental de esas madres que nos permita recapacitar a tiempo.
Porque como canta el poeta, "todo está guardado en la memoria" (León Gieco).