"Muchas cosas tienen que reorientar su rumbo, pero ante todo la humanidad necesita cambiar. Hace falta la conciencia de un origen común, de una pertenencia mutua y de un futuro compartido por todos (LS 202) [...].
"Dado que le mercado tiende a crear un mecanismo consumista compulsivo para colocar sus productos, las personas terminan sumergidas en la vorágine de las compras y los gastos innecesarios. El consumismo obsesivo es el reflejo subjetivo del paradigma tecnoeconómico [...]. Tal paradigma hace creer a todos que son libres mientras tengan una supuesta libertad para consumir, cuando quienes en realidad poseen la libertad son los que integran la minoría que detenta el poder económico y financiero (LS 203) [...]. La situación actual del mundo 'provoca una sensación de inestabilidad e inseguridad que a su vez favorece formas de egoísmo colectivo'. Cuando las personas se vuelven autorreferenciales y se aíslan en su propia conciencia, acrecientan su voracidad. Mientras más vacío está el corazón de la persona, más necesita objetos para comprar, poseer y consumir (LS 204) [...]. Sin embargo, no todo está perdido, porque los seres humanos, capaces de degradarse hasta el extremo, también pueden sobreponerse, volver a optar por el bien y regenerarse, más allá de todos los condicionamientos mentales y sociales que les impongan [...]. No hay sistemas que anulen por completo la apertura al bien, a la verdad y a la belleza, ni la capacidad de reacción que Dios siegue alentando desde lo profundo de los corazones humanos (LS 205) [...].
"La conciencia de la gravedad de la crisis cultural y ecológica necesita traducirse en nuevos hábitos. Muchos saben que el progreso actual y la mera sumatoria de objetos o placeres no bastan para darle sentido y gozo al corazón humano, pero no se sienten capaces de renunciar a lo que el mercado les ofrece [...]. Estamos ante un desafío educativo (LS 209) [...]. La educación ambiental ha ido ampliando sus objetivos. Si al comienzo estaba muy centrada en la información científica y en la concientización y prevención de riesgos ambientales, ahora tiende a incluir una crítica de los 'mitos' de la modernidad basados en la razón instrumental (individualismo, progreso indefinido, competencia, consumismo, mercado sin reglas) y también a recuperar los distintos niveles del equilibrio ecológico: el interno con uno mismo, el solidario con los demás, el natural con todos los seres vivos, el espiritual con Dios. La educación ambiental debería disponernos a dar ese salto hacia el Misterio, desde donde una ética ecológica adquiere su sentido más hondo (LS 210) [...].
"Sin embargo, esta educación, llamada a crear una 'ciudadanía ecológica', a veces se limita a informar y no logra desarrollar hábitos [...]. Es muy noble asumir el deber de cuidar la creación con pequeñas acciones cotidianas, y es maravilloso que la educación sea capaz de motivarlas hasta conformar un estilo de vida. La educación en la responsabilidad ambiental puede alentar diversos comportamientos que tienen una incidencia directa e importante en el cuidado del medio ambiente, como evitar el uso de material plástico y de papel, reducir el consumo de agua, separar los residuos, cocinar sólo lo que razonablemente se podrá comer, tratar con cuidado a los demás seres vivos, utilizar transporte público o compartir un mismo vehículo entre varias personas, plantar árboles, apagar las luces innecesarias (LS 211) [...].
"Los ámbitos educativos son diversos: la escuela, la familia, los medios de comunicación, la catequesis, etc. (LS 213) [...]. A la política y a las diversas asociaciones les compete un esfuerzo de concientización de la población. También a la Iglesia (LS 214) [...]. 'No debe descuidarse la relación que hay entre una adecuada educación estética y la preservación de un ambiente sano'. Prestar atención a la belleza y amarla nos ayuda a salir del pragmatismo utilitarista (LS 215) [...].
"La gran riqueza de la espiritualidad cristiana, generada por veinte siglos de experiencias personales y comunitarias, ofrece un bello aporte al intento de renovar la humanidad. Quiero proponer a los cristianos algunas líneas de espiritualidad ecológica que nacen de las convicciones de nuestra fe (LS 216) [...]. La crisis ecológica es un llamado a una profunda conversión interior [...]. Vivir la vocación de ser protectores de la obra de Dios es parte esencial de una existencia virtuosa, no consiste en algo opcional ni en un aspecto secundario de la experiencia cristiana (LS 217) [...]. Sin embargo [...], la conversión ecológica que se requiere para crear un dinamismo de cambio duradero es también una conversión comunitaria (LS 219) [...]. Esta conversión supone diversas actitudes que se conjugan para movilizar un cuidado generoso y lleno de ternura. En primer lugar implica gratitud y gratuidad [...]. Para el creyente, el mundo no se contempla desde fuera sino desde dentro, reconociendo los lazos con los que el padre nos ha unido a todos los seres (LS 220) [...]. La espiritualidad cristiana propone un modo alternativo de entender la calidad de vida, y alienta un estilo de vida profético y contemplativo, capaz de gozar profundamente sin obsesionarse por el consumo [...]. Se trata de la convicción de que 'menos es más'. La constante acumulación de posibilidades para consumir distrae el corazón e impide valorar cada cosa y cada momento. En cambio, el hacerse presente serenamente ante cada realidad, por pequeña que sea, nos abre muchas más posibilidades de comprensión y de realización personal. La espiritualidad cristiana propone un crecimiento con sobriedad y una capacidad de gozar con poco (LS 222) [...]. La sobriedad que se vive con libertad y conciencia es liberadora [...]. La felicidad requiere saber limitar algunas necesidades que nos atontan, quedando así disponibles para las múltiples posibilidades que ofrece la vida (LS 223) [...].
"La sobriedad y la humildad no han gozado de una valoración positiva en el último siglo [...]. La desaparición de la humildad, en un ser humano desaforadamente entusiasmado con la posibilidad de dominarlo todo sin límite alguno, sólo puede terminar dañando a la sociedad y al ambiente (LS 224) [...]. Por otro lado, ninguna persona puede madurar en una feliz sobriedad si no está en paz consigo mismo [...]. Muchas personas experimentan un profundo desequilibrio que las mueve a hacer las cosas a toda velocidad para sentirse ocupadas, en una prisa constante que a su vez las lleva a atropellar todo lo que tienen a su alrededor. Esto tiene un impacto en el modo como se trata al ambiente (LS 225) [...]. Estamos hablando de una actitud del corazón, que vive todo con serena atención, que sabe estar plenamente presente ante alguien sin estar pensando en lo que viene después, que se entrega a cada momento como don divino que debe ser plenamente vivido (LS 226). Una expresión de esta actitud es detenerse a dar gracias a Dios antes y después de las comidas (LS 227) [...].
"El cuidado de la naturaleza es parte de un estilo de vida que implica capacidad de convivencia y de comunión (LS 228) [...]. Hace falta volver a sentir que nos necesitamos unos a otros, que tenemos una responsabilidad por los demás y por el mundo, que vale la pena ser buenos y honestos (LS 229) [...]. El ejemplo de santa Teresa de Lisieux nos invita a la práctica del pequeño camino del amor, a no perder la oportunidad de una palabra amable, de una sonrisa, de cualquier pequeño gesto que siembre paz y amistad (LS 230) [...]. El amor, lleno de pequeños gestos de cuidado mutuo, es también civil y político, y se manifiesta en todas las acciones que procuran construir un mundo mejor [...]. En este marco, junto con la importancia de los pequeños gestos cotidianos, el amor social nos mueve a pensar en grandes estrategias que detengan eficazmente la degradación ambiental y alienten una cultura del cuidado que impregne toda la sociedad (LS 231) [...].
"No todos están llamados a trabajar de manera directa en la política, pero en el seno de la sociedad germina una innumerable variedad de asociaciones que intervienen a favor del bien común preservando el ambiente natural y urbano. Por ejemplo, se preocupan por un lugar común (un edificio, una fuente, un monumento abandonado, un paisaje, una plaza), para proteger, sanear, mejorar o embellecer algo que es de todos. A su alrededor se desarrollan o se recuperan vínculos y surge un nuevo tejido social local (LS 232) [...].
"El universo se desarrolla en Dios, que lo llena todo. Entonces hay mística en una hoja, en un camino, en el rocío, en el rostro del pobre (LS 233) [...]. El místico experimenta la íntima conexión que hay entre Dios y todos los seres, y así 'siente ser todas las cosas Dios' (LS 234) [...]. Los Sacramentos son un modo privilegiado de cómo la naturaleza es asumida por Dios y se convierte en mediación de la vida sobrenatural. A través del culto somos invitados a abrazar el mundo en un nivel distinto (LS 235) [...]. En la Eucaristía lo creado encuentra su mayor elevación. La gracia, que tiende a manifestarse de modo sensible, logra una expresión asombrosa cuando Dios mismo, hecho hombre, llega a hacerse comer por su creatura (LS 236) [...]. El domingo, la participación en la Eucaristía tiene una importancia especial [...], [ya que] derrama su luz sobre la semana entera y nos motiva a incorporar el cuidado de la naturaleza y de los pobres (LS 237) [...].
"El Padre es la fuente última de todo, fundamento amoroso y comunicativo de cuanto existe. El Hijo, que lo refleja, y a través del cual todo ha sido creado, se unió a esta tierra cuando se formó en el seno de María. El Espíritu, lazo infinito de amor, está íntimamente presente en el corazón del universo animando y suscitando nuevos caminos (LS 238) [...]. Para los cristianos, creer en un solo Dios que es comunión trinitaria lleva a pensar que toda la realidad contiene en su seno una marca propiamente trinitaria (LS 239) [...]. Las Personas divinas son relaciones subsistentes, y el mundo, creado según el modelo divino, es una trama de relaciones [...]. Las criaturas tienden hacia Dios, y a su vez es propio de todo ser viviente tender hacia otra cosa, de tal modo que en el seno del universo podemos encontrar un sinnúmero de constantes relaciones que se entrelazan secretamente (LS 240) [...].
"María vive con Jesús completamente transfigurada, y todas las criaturas cantan su belleza. Es la Mujer 'vestida de sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza' (Ap 12,1). Elevada al cielo, es Madre y Reina de todo lo creado (LS 241) [...]. Junto a ella, en la familia santa de Nazaret, se destaca la figura de san José (LS 242) [...].
"Al final nos encontraremos cara a cara frente a la infinita belleza de Dios (cf. 1 Co 13,12) y podremos leer con feliz admiración el misterio del universo, que participará con nosotros de la plenitud sin fin. Sí, estamos viajando hacia el sábado de la eternidad, hacia la nueva Jerusalén, hacia la casa común del cielo. Jesús nos dice: 'Yo hago nuevas todas las cosas' (Ap 21,5). La vida eterna será un asombro compartido, donde cada criatura, luminosamente transformada, ocupará su lugar y tendrá algo para aportar a los pobres definitivamente liberados" (LS 243).
Después de haber leído el Capítulo VI, podemos preguntarnos: ¿Cómo pasar de la conciencia autorreferencial y aislada a otra relacional y vincular? ¿Y de una prevalencia de actitudes utilitaristas a otras más gratuitas? ¿Qué sugerencias concretas nos da Francisco, al respecto, inspirándose en las principales corrientes de espiritualidad cristiana? ¿Qué aportaría su modo de comprender la mística a nuestro estilo concreto de vida y relación con el mundo?
"TEOLOGÍA DEL CAMBIO DE ÉPOCA": POLÍCROMA, TRANSDISCIPLINAR-SAPIENCIAL, CON IMPOSTACIÓN PASTORAL, DESDE ARGENTINA. Se ofrecen gratis: 1) 16 E-Books y 2) cursos virtuales de formación teológica (posteados en Fichas / Videos).
teología, cambio de época, pastoral, fe, argentina, cultura, iglesia, jesús, vida, peregrinación, evangelización, camino, sabiduría, amor, PAPA francisco, inculturación, diálogo, misericordia, santuario, historia, arte, mística, teologal, icono, palabra, América Latina, Dios, biblia, espiritualidad, misión, imaginario, pueblo de Dios, símbolo, belleza
jueves, 25 de junio de 2015
[6] LAUDATO SI, Capítulo VI: "Educación y espiritualidad ecológica"
Etiquetas:
ambiente,
amor,
consumismo,
conversión,
creación,
cultura,
Dios,
educación,
encíclica,
evangelización,
gratuidad,
Laudato si,
libertad,
mercado,
papa francisco,
sabiduría,
tecnocracia,
trinidad
[5] LAUDATO SI, Capítulo V: "Algunas líneas de orientación y acción"
"Desde mediados del siglo pasado, y superando muchas dificultades, se ha ido afirmando la tendencia a concebir el planeta como patria y la humanidad como pueblo que habita una casa de todos [...]. La interdependencia nos obliga a pensar en un solo mundo, en un proyecto común. Pero la misma inteligencia que se utilizó para un enorme desarrollo tecnológico no logra encontrar formas eficientes de gestión internacional en orden a resolver las graves dificultades ambientales y sociales (LS 164) [...].
"Algunas de las estrategias de baja emisión de gases contaminantes buscan la internacionalización de los costos ambientales, con el peligro de imponer a los países de menores recursos pesados compromisos de reducción de emisiones comparables a los de los países más industrializados (LS 170) [...]. La estrategia de compraventa de 'bonos de carbono' puede dar lugar a una nueva forma de especulación (LS 171) [...]. La misma lógica que dificulta tomar decisiones drásticas para invertir la tendencia al calentamiento global es la que no permite cumplir con el objetivo de erradicar la pobreza. Necesitamos una reacción global más responsable, que implica encarar al mismo tiempo la reducción de la contaminación y el desarrollo de los países y regiones pobres (LS 175) [...].
"El drama del inmediatismo político, sostenido también por poblaciones consumistas, provoca la necesidad de producir crecimiento a corto plazo. Respondiendo a intereses electorales, los gobiernos no se exponen fácilmente a irritar a la población con medidas que pueden afectar al nivel de consumo o poner en riesgo inversiones extranjeras. La miopía de la construcción de poder detiene la integración de la agenda ambiental con mirada amplia en la agenda pública de los gobiernos. Se olvida que 'el tiempo es superior al espacio' (LS 178) [...].
"La previsión del impacto ambiental de los emprendimientos y proyectos requiere procesos políticos transparentes y sujetos al diálogo, mientras la corrupción, que esconde el verdadero impacto ambiental de un proyecto a cambio de favores, suele llevar a acuerdos espurios que evitan informar y debatir ampliamente (LS 182) [...]. Un estudio del impacto ambiental no debería ser posterior a la elaboración de un proyecto productivo o de cualquier política, plan o programa a desarrollarse (LS 183) [...]. Cuando aparecen eventuales riesgos para el ambiente que afecten al bien común presente y futuro, esta situación exige 'que las decisiones se basen en una comparación entre los riesgos y los beneficios hipotéticos que comporta cada decisión alternativa posible' (LS 184) [...]. Esto no implica oponerse a cualquier innovación tecnológica que permita mejorar la calidad de vida de una población. Pero en todo caso debe quedar en pie que la rentabilidad no puede ser el único criterio a tener en cuenta (LS 187) [...].
"La política no debe someterse a la economía y ésta no debe someterse a los dictámenes y al paradigma eficientista de la tecnocracia. Hoy, pensando en el bien común, necesitamos imperiosamente que la política y la economía, en diálogo, se coloquen decididamente al servicio de la vida, especialmente de la vida humana. La salvación de los bancos a toda costa, haciendo pagar el precio a la población, sin la firme decisión de revisar y reformar el entero sistema, reafirma un dominio absoluto de las finanzas que no tiene futuro y que sólo podrá general nuevas crisis después de una larga, costosa y aparente curación [...]. La producción no es siempre racional, y suele estar atada a variables económicas que fijan a los productos un valor que no coincide con su valor real (LS 189) [...]. [Y en todo caso], ¿es realista esperar que quien se obsesiona por el máximo beneficio se detenga a pensar en los efectos ambientales que dejará a las próximas generaciones? (LS 190) [...].
"Un desarrollo tecnológico y económico que no deja un mundo mejor y una calidad de vida integralmente superior no puede considerarse progreso (LS 194) [...]. El principio de maximización de la ganancia, que tiende a aislarse de toda otra consideración, es una distorsión conceptual de la economía: si aumenta la producción, interesa poco que se produzca a costa de los recursos futuros o de la salud ambiente; si la tala de un bosque aumenta la producción, nadie mide en ese cálculo la pérdida que implica desertificar un territorio, dañar la biodiversidad o aumentar la contaminación. Es decir, las empresas obtienen ganancias calculando y pagando una parte ínfima de los costos (LS 195) [...].
"[Por todo lo dicho], no se puede justificar una economía sin política (LS 196) [...]. Si la política no es capaz de romper una lógica perversa, y también queda subsumida en discursos empobrecidos, seguiremos sin afrontar los grandes problemas de la humanidad (Ls 197) [...].
Después de haber leído el Capítulo V, podemos preguntarnos: según tu criterio, ¿cuáles son las principales iniciativas que deberían asumirse en el lugar donde vives y trabajas para resguardar el ambiente natural y mejorar las condiciones de vida de los grupos humanos más vulnerables? ¿Qué tipo de presiones o intereses empresariales y/o financieros dificultan ese accionar? ¿Qué iniciativas, desidias o trabas políticas existen al respecto? ¿Ayudan o son parte del problema? ¿Por qué? ¿Qué podemos hacer al respecto como sociedad civil?
"Algunas de las estrategias de baja emisión de gases contaminantes buscan la internacionalización de los costos ambientales, con el peligro de imponer a los países de menores recursos pesados compromisos de reducción de emisiones comparables a los de los países más industrializados (LS 170) [...]. La estrategia de compraventa de 'bonos de carbono' puede dar lugar a una nueva forma de especulación (LS 171) [...]. La misma lógica que dificulta tomar decisiones drásticas para invertir la tendencia al calentamiento global es la que no permite cumplir con el objetivo de erradicar la pobreza. Necesitamos una reacción global más responsable, que implica encarar al mismo tiempo la reducción de la contaminación y el desarrollo de los países y regiones pobres (LS 175) [...].
"El drama del inmediatismo político, sostenido también por poblaciones consumistas, provoca la necesidad de producir crecimiento a corto plazo. Respondiendo a intereses electorales, los gobiernos no se exponen fácilmente a irritar a la población con medidas que pueden afectar al nivel de consumo o poner en riesgo inversiones extranjeras. La miopía de la construcción de poder detiene la integración de la agenda ambiental con mirada amplia en la agenda pública de los gobiernos. Se olvida que 'el tiempo es superior al espacio' (LS 178) [...].
"La previsión del impacto ambiental de los emprendimientos y proyectos requiere procesos políticos transparentes y sujetos al diálogo, mientras la corrupción, que esconde el verdadero impacto ambiental de un proyecto a cambio de favores, suele llevar a acuerdos espurios que evitan informar y debatir ampliamente (LS 182) [...]. Un estudio del impacto ambiental no debería ser posterior a la elaboración de un proyecto productivo o de cualquier política, plan o programa a desarrollarse (LS 183) [...]. Cuando aparecen eventuales riesgos para el ambiente que afecten al bien común presente y futuro, esta situación exige 'que las decisiones se basen en una comparación entre los riesgos y los beneficios hipotéticos que comporta cada decisión alternativa posible' (LS 184) [...]. Esto no implica oponerse a cualquier innovación tecnológica que permita mejorar la calidad de vida de una población. Pero en todo caso debe quedar en pie que la rentabilidad no puede ser el único criterio a tener en cuenta (LS 187) [...].
"La política no debe someterse a la economía y ésta no debe someterse a los dictámenes y al paradigma eficientista de la tecnocracia. Hoy, pensando en el bien común, necesitamos imperiosamente que la política y la economía, en diálogo, se coloquen decididamente al servicio de la vida, especialmente de la vida humana. La salvación de los bancos a toda costa, haciendo pagar el precio a la población, sin la firme decisión de revisar y reformar el entero sistema, reafirma un dominio absoluto de las finanzas que no tiene futuro y que sólo podrá general nuevas crisis después de una larga, costosa y aparente curación [...]. La producción no es siempre racional, y suele estar atada a variables económicas que fijan a los productos un valor que no coincide con su valor real (LS 189) [...]. [Y en todo caso], ¿es realista esperar que quien se obsesiona por el máximo beneficio se detenga a pensar en los efectos ambientales que dejará a las próximas generaciones? (LS 190) [...].
"Un desarrollo tecnológico y económico que no deja un mundo mejor y una calidad de vida integralmente superior no puede considerarse progreso (LS 194) [...]. El principio de maximización de la ganancia, que tiende a aislarse de toda otra consideración, es una distorsión conceptual de la economía: si aumenta la producción, interesa poco que se produzca a costa de los recursos futuros o de la salud ambiente; si la tala de un bosque aumenta la producción, nadie mide en ese cálculo la pérdida que implica desertificar un territorio, dañar la biodiversidad o aumentar la contaminación. Es decir, las empresas obtienen ganancias calculando y pagando una parte ínfima de los costos (LS 195) [...].
"[Por todo lo dicho], no se puede justificar una economía sin política (LS 196) [...]. Si la política no es capaz de romper una lógica perversa, y también queda subsumida en discursos empobrecidos, seguiremos sin afrontar los grandes problemas de la humanidad (Ls 197) [...].
Después de haber leído el Capítulo V, podemos preguntarnos: según tu criterio, ¿cuáles son las principales iniciativas que deberían asumirse en el lugar donde vives y trabajas para resguardar el ambiente natural y mejorar las condiciones de vida de los grupos humanos más vulnerables? ¿Qué tipo de presiones o intereses empresariales y/o financieros dificultan ese accionar? ¿Qué iniciativas, desidias o trabas políticas existen al respecto? ¿Ayudan o son parte del problema? ¿Por qué? ¿Qué podemos hacer al respecto como sociedad civil?
Etiquetas:
amor,
casa,
ecología,
economía,
encíclica,
evangelización,
gases contaminantes,
global,
humanidad,
inversiones,
Laudato si,
papa francisco,
planeta,
pobreza,
política,
recursos,
sabiduraía
[4] LAUDATO SI, Capítulo IV: "Una Ecología integral"
"No está de más insistir en que todo está conectado (LS 138) [...]. Cuando se habla de 'medio ambiente' se indica particularmente una relación, la que existe entre la naturaleza y la sociedad que la habita. Esto nos impide entender la naturaleza como algo separado de nosotros o como un mero marco de nuestra vida. Estamos incluidos en ella, somos parte de ella y estamos interpenetrados (LS 139) [...]. [Por eso], junto con el patrimonio natural, hay un patrimonio histórico, artístico y cultural, igualmente amenazado. Es parte de la identidad común de un lugar y una base para construir una ciudad habitable [...]. Hace falta incorporar la historia, la cultura y la arquitectura de un lugar, manteniendo su identidad original (LG 143) [...]. Las soluciones meramente técnicas corren el riesgo de atender a síntomas que no responden a las problemáticas más profundas [..., ya] que el desarrollo de un grupo social supone un proceso histórico dentro de un contexto cultural y requiere del continuado protagonismo de los actores sociales locales desde su propia cultura (LS 144) [...]. La imposición de un estilo hegemónico de vida ligado a un modo de producción puede ser tan dañina como la alteración de los ecosistemas (LS 145). En este sentido, es indispensable prestar especial atención a las comunidades aborígenes con sus tradiciones culturales [...]. Para ellos, la tierra no es un bien económico, sino don de Dios y de los antepasados que descansan en ella, un espacio sagrado con el cual necesitan interactuar para sostener su identidad y sus valores (LS 146) [...].
"Para que pueda hablarse de un auténtico desarrollo, habrá que asegurar que se produzca una mejora integral en la calidad de vida humana, y esto implica analizar el espacio donde trascurre la existencia de las personas (LS 146) [...]. Es admirable la creatividad y la generosidad de personas y grupos que son capaces de revertir los límites del ambiente, modificando los efectos adversos de los condicionamientos y aprendiendo a orientar su vida en medio del desorden y la precariedad (LS 148) [...]. Hace falta cuidar los lugares comunes, los marcos visuales y los hitos urbanos que acrecientan nuestro sentido de pertenencia, nuestra sensación de arraigo, nuestro sentimiento de 'estar en casa' dentro de la ciudad que nos contiene y nos une (LS 151) [...]. En esta línea, cabe reconocer que nuestro propio cuerpo nos sitúa en una relación directa con el ambiente y con los demás seres vivientes. La aceptación del propio cuerpo como don de Dios es necesaria para acoger y aceptar el mundo entero como regalo del Padre y casa común, mientras una lógica de dominio sobre el propio cuerpo se transforma en una lógica a veces sutil de dominio sobre la creación (LS 155) [...].
"La ecología humana es inseparable de la noción de bien común, un principio que cumple un rol central y unificador en la ética social (LS 156) [...]. La noción de bien común incorpora también a las generaciones futuras (LS 159) [...]. ¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo? (LS 160) [...]. La dificultad para tomar en serio este desafío tiene que ver con un deterioro ético y cultural, que acompaña al deterioro ecológico. El hombre y la mujer del mundo posmoderno corren el riesgo permanente de volverse profundamente individualista, y muchos problemas sociales se relacionan con el inmediatismo egoísta actual, con las crisis de los lazos familiares y sociales, con las dificultades para el reconocimiento del otro (LS 162) [...].
Después de haber leído el Capítulo IV, podemos preguntarnos: ¿Qué significa qué 'todo está conectado'? ¿Percibo la relación entre ambiente natural y ambiente humano? ¿Qué impresión tengo, al respecto, de la ciudad / pueblo en el que vivo o trabajo? ¿Cómo convivo con este entorno? ¿Conozco el estilo de vida de algún grupo aborigen o la ecología ambiental que se desarrolla en alguna villa? Por último, ¿cómo me relaciono con, desde y a través de mi cuerpo?
"Para que pueda hablarse de un auténtico desarrollo, habrá que asegurar que se produzca una mejora integral en la calidad de vida humana, y esto implica analizar el espacio donde trascurre la existencia de las personas (LS 146) [...]. Es admirable la creatividad y la generosidad de personas y grupos que son capaces de revertir los límites del ambiente, modificando los efectos adversos de los condicionamientos y aprendiendo a orientar su vida en medio del desorden y la precariedad (LS 148) [...]. Hace falta cuidar los lugares comunes, los marcos visuales y los hitos urbanos que acrecientan nuestro sentido de pertenencia, nuestra sensación de arraigo, nuestro sentimiento de 'estar en casa' dentro de la ciudad que nos contiene y nos une (LS 151) [...]. En esta línea, cabe reconocer que nuestro propio cuerpo nos sitúa en una relación directa con el ambiente y con los demás seres vivientes. La aceptación del propio cuerpo como don de Dios es necesaria para acoger y aceptar el mundo entero como regalo del Padre y casa común, mientras una lógica de dominio sobre el propio cuerpo se transforma en una lógica a veces sutil de dominio sobre la creación (LS 155) [...].
"La ecología humana es inseparable de la noción de bien común, un principio que cumple un rol central y unificador en la ética social (LS 156) [...]. La noción de bien común incorpora también a las generaciones futuras (LS 159) [...]. ¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo? (LS 160) [...]. La dificultad para tomar en serio este desafío tiene que ver con un deterioro ético y cultural, que acompaña al deterioro ecológico. El hombre y la mujer del mundo posmoderno corren el riesgo permanente de volverse profundamente individualista, y muchos problemas sociales se relacionan con el inmediatismo egoísta actual, con las crisis de los lazos familiares y sociales, con las dificultades para el reconocimiento del otro (LS 162) [...].
Después de haber leído el Capítulo IV, podemos preguntarnos: ¿Qué significa qué 'todo está conectado'? ¿Percibo la relación entre ambiente natural y ambiente humano? ¿Qué impresión tengo, al respecto, de la ciudad / pueblo en el que vivo o trabajo? ¿Cómo convivo con este entorno? ¿Conozco el estilo de vida de algún grupo aborigen o la ecología ambiental que se desarrolla en alguna villa? Por último, ¿cómo me relaciono con, desde y a través de mi cuerpo?
Etiquetas:
amor,
arte,
bien común,
ciudad,
creación,
cuerpo,
cultura,
Dios,
ecología,
encíclica,
ética,
evangelización,
historia,
Laudato si,
medio ambiente,
papa francisco,
personas,
sabiduría,
sociedad,
vida
[3] LAUDATO SI, Capítulo III: "Raíz humana de la crisis ecológica"
"No nos servirá describir los síntomas, si no reconocemos la raíz humana de la crisis ecológica [...]. Propongo que nos concentremos en el paradigma tecnocrático dominante y en el lugar del ser humano y de su acción en el mundo (LS 101) [...].
"La humanidad ha ingresado en una nueva era en la que el poderío tecnológico nos pone en una encrucijada (LS 102) [...]. No podemos ignorar que la energía nuclear, la biotecnología, la informática, el conocimiento de nuestro propio ADN y otras capacidades que hemos adquirido nos dan un tremendo poder. Mejor dicho, dan a quienes tienen el conocimiento, y sobre todo el poder económico para utilizarlo, un dominio impresionante sobre el conjunto de la humanidad y del mundo entero [...]. ¿En manos de quiénes está y puede llegar a estar tanto poder? Es tremendamente riesgoso que resida en una pequeña parte de la humanidad (LS 104) [...]. El hecho es que 'el hombre moderno no está preparado para utilizar el poder con acierto, porque el inmenso crecimiento tecnológico no estuvo acompañado de un desarrollo del ser humano en responsabilidad, valores, conciencia (LS 105) [...]. [Por otra parte], no puede pensarse que sea posible sostener otro paradigma cultural y servirse de la técnica como de un mero instrumento, porque hoy el paradigma tecnocrático se ha vuelto tan dominante que es muy difícil prescindir de sus recursos, y más difícil todavía es utilizarlos sin ser dominados por su lógica. Se volvió contracultural elegir un estilo de vida con objetivos que puedan ser al menos en parte independientes de la técnica, de sus costos y de su poder globalizador y masificador (LS 108) [...].
"El paradigma tecnocrático también tiende a ejercer su dominio sobre la economía y la política. La economía asume todo desarrollo tecnológico en función del rédito, sin prestar atención a eventuales consecuencias negativas para el ser humano. Las finanzas ahogan a la economía real. No se aprendieron las lecciones de la crisis financiera mundial y con mucha lentitud se aprenden las lecciones del deterioro ambiental [...]. El mercado por sí mismo no garantiza el desarrollo humano integral y la inclusión social (LS 109) [...]. La especialización propia de la tecnología implica una gran dificultad para mirar el conjunto. La fragmentación de los saberes cumple su función a la hora de lograr aplicaciones concretas, pero suele llevar a perder el sentido de la totalidad, de las relaciones que existen entre las cosas, del horizonte amplio, que se vuelve irrelevante. Esto mismo impide encontrar caminos adecuados para resolver los problemas más complejos del mundo actual, sobre todo del ambiente y de los pobres, que no se pueden abordar desde una sola mirada o desde un solo tipo de intereses (LS 110) [...].
"[Debido a que] todo está conectado (LS 117; 120) [...], esta situación nos lleva a una constante esquizofrenia, que va de la exaltación tecnocrática que no reconoce a los demás seres un valor propio, hasta la reacción de negar todo valor peculiar al ser humano. Pero no se puede prescindir de la humanidad. No habrá una nueva relación con la naturaleza sin un nuevo ser humano (LS 118) [...]. Un antropocentrismo desviado da lugar a un estilo de vida desviado [...]. Cuando el ser humano se coloca a sí mismo en el centro, termina dando prioridad absoluta a sus conveniencias circunstanciales, y todo lo demás se vuelve relativo (LS 122) [...]. La cultura del relativismo es la misma patología que empuja a una persona a aprovecharse de otra y a tratarla como mero objeto, obligándola a trabajos forzados, o convirtiéndola en esclava a causa de una deuda. Es la misma lógica que lleva a la explotación sexual de los niños, o al abandono de los ancianos que no sierven para los propios intereses. Es también la lógica interna de quien dice: 'Dejemos que las fuerzas invisibles del mercado regulen la economía, porque sus impactos sobre la sociedad y sobre la naturaleza son daños inevitables (LS 123) [...].
"Estamos llamados al trabajo desde nuestra creación. No debe buscarse que el progreso tecnológico reemplace cada vez más el trabajo humano, con lo cual la humanidad se dañaría a sí misma. El trabajo es una necesidad, parte del sentido de la vida en esta tierra, camino de maduración, de desarrollo humano y de realización personal [...]. Pero la orientación de la economía ha propiciado un tipo de avance tecnológico para reducir costos de producción en razón de la disminución de los puestos de trabajo, que se reemplazan por máquina [...]. La disminución de los puestos de trabajo 'tiene también un impacto negativo en el plano económico por el progresivo desgaste del capital social' (LS 128) [...]. Para que siga siendo posible dar empleo, es imperioso promover una economía que favorezca la diversidad productiva y la creatividad empresarial [...]. Las autoridades tienen el derecho y la responsabilidad de tomar medidas de claro y firme apoyo a los pequeños productores y a la variedad productiva. Para que haya una libertad económica de la que todos efectivamente se beneficien, a veces puede ser necesario poner límites a quienes tienen mayores recursos y poder financiero (LS 129) [...].
Después de haber leído el Capítulo III, podemos preguntarnos: ¿Qué repercusiones ambientales y sociales ha venido teniendo el desarrollo tecnológico en mi entorno cercano? La movilidad laboral, ¿ha sido prevalentemente positiva o negativa? ¿El desarrollo económico generó mejor calidad de empleos o más bien produjo despidos y precarización laboral? ¿Qué efectos ecológico-ambientales han tenido los más recientes emprendimientos industriales? ¿Qué balance harías de todo esto?
"La humanidad ha ingresado en una nueva era en la que el poderío tecnológico nos pone en una encrucijada (LS 102) [...]. No podemos ignorar que la energía nuclear, la biotecnología, la informática, el conocimiento de nuestro propio ADN y otras capacidades que hemos adquirido nos dan un tremendo poder. Mejor dicho, dan a quienes tienen el conocimiento, y sobre todo el poder económico para utilizarlo, un dominio impresionante sobre el conjunto de la humanidad y del mundo entero [...]. ¿En manos de quiénes está y puede llegar a estar tanto poder? Es tremendamente riesgoso que resida en una pequeña parte de la humanidad (LS 104) [...]. El hecho es que 'el hombre moderno no está preparado para utilizar el poder con acierto, porque el inmenso crecimiento tecnológico no estuvo acompañado de un desarrollo del ser humano en responsabilidad, valores, conciencia (LS 105) [...]. [Por otra parte], no puede pensarse que sea posible sostener otro paradigma cultural y servirse de la técnica como de un mero instrumento, porque hoy el paradigma tecnocrático se ha vuelto tan dominante que es muy difícil prescindir de sus recursos, y más difícil todavía es utilizarlos sin ser dominados por su lógica. Se volvió contracultural elegir un estilo de vida con objetivos que puedan ser al menos en parte independientes de la técnica, de sus costos y de su poder globalizador y masificador (LS 108) [...].
"El paradigma tecnocrático también tiende a ejercer su dominio sobre la economía y la política. La economía asume todo desarrollo tecnológico en función del rédito, sin prestar atención a eventuales consecuencias negativas para el ser humano. Las finanzas ahogan a la economía real. No se aprendieron las lecciones de la crisis financiera mundial y con mucha lentitud se aprenden las lecciones del deterioro ambiental [...]. El mercado por sí mismo no garantiza el desarrollo humano integral y la inclusión social (LS 109) [...]. La especialización propia de la tecnología implica una gran dificultad para mirar el conjunto. La fragmentación de los saberes cumple su función a la hora de lograr aplicaciones concretas, pero suele llevar a perder el sentido de la totalidad, de las relaciones que existen entre las cosas, del horizonte amplio, que se vuelve irrelevante. Esto mismo impide encontrar caminos adecuados para resolver los problemas más complejos del mundo actual, sobre todo del ambiente y de los pobres, que no se pueden abordar desde una sola mirada o desde un solo tipo de intereses (LS 110) [...].
"[Debido a que] todo está conectado (LS 117; 120) [...], esta situación nos lleva a una constante esquizofrenia, que va de la exaltación tecnocrática que no reconoce a los demás seres un valor propio, hasta la reacción de negar todo valor peculiar al ser humano. Pero no se puede prescindir de la humanidad. No habrá una nueva relación con la naturaleza sin un nuevo ser humano (LS 118) [...]. Un antropocentrismo desviado da lugar a un estilo de vida desviado [...]. Cuando el ser humano se coloca a sí mismo en el centro, termina dando prioridad absoluta a sus conveniencias circunstanciales, y todo lo demás se vuelve relativo (LS 122) [...]. La cultura del relativismo es la misma patología que empuja a una persona a aprovecharse de otra y a tratarla como mero objeto, obligándola a trabajos forzados, o convirtiéndola en esclava a causa de una deuda. Es la misma lógica que lleva a la explotación sexual de los niños, o al abandono de los ancianos que no sierven para los propios intereses. Es también la lógica interna de quien dice: 'Dejemos que las fuerzas invisibles del mercado regulen la economía, porque sus impactos sobre la sociedad y sobre la naturaleza son daños inevitables (LS 123) [...].
"Estamos llamados al trabajo desde nuestra creación. No debe buscarse que el progreso tecnológico reemplace cada vez más el trabajo humano, con lo cual la humanidad se dañaría a sí misma. El trabajo es una necesidad, parte del sentido de la vida en esta tierra, camino de maduración, de desarrollo humano y de realización personal [...]. Pero la orientación de la economía ha propiciado un tipo de avance tecnológico para reducir costos de producción en razón de la disminución de los puestos de trabajo, que se reemplazan por máquina [...]. La disminución de los puestos de trabajo 'tiene también un impacto negativo en el plano económico por el progresivo desgaste del capital social' (LS 128) [...]. Para que siga siendo posible dar empleo, es imperioso promover una economía que favorezca la diversidad productiva y la creatividad empresarial [...]. Las autoridades tienen el derecho y la responsabilidad de tomar medidas de claro y firme apoyo a los pequeños productores y a la variedad productiva. Para que haya una libertad económica de la que todos efectivamente se beneficien, a veces puede ser necesario poner límites a quienes tienen mayores recursos y poder financiero (LS 129) [...].
Después de haber leído el Capítulo III, podemos preguntarnos: ¿Qué repercusiones ambientales y sociales ha venido teniendo el desarrollo tecnológico en mi entorno cercano? La movilidad laboral, ¿ha sido prevalentemente positiva o negativa? ¿El desarrollo económico generó mejor calidad de empleos o más bien produjo despidos y precarización laboral? ¿Qué efectos ecológico-ambientales han tenido los más recientes emprendimientos industriales? ¿Qué balance harías de todo esto?
Etiquetas:
ambiente,
ancianos,
camino,
crisis,
cultura,
ecología,
economía,
explotación sexual,
finanzas,
historia,
humano,
Laudato si,
mercado,
papa francisco,
poder,
política,
relativismo,
sabiduría,
tecnocracia,
trabajo
Suscribirse a:
Entradas (Atom)